No se si es mal de los latinos, porque me he encontrado con esta situación en muchas plantas que he visitado fuera de mi país, pero nos encanta guardar equipos o cacharros que ya no se usan.
En muchas plantas que he visitado me encuentro dentro y fuera con una gran cantidad de equipos fuera de servicio o que ya no sirven, y el departamento de mantenimiento decide retenerlos porque «las piezas pueden servir para alguna reparación posterior». Al cabo de un tiempo: meses o a veces hasta años nos encontramos con los equipos aún tirados en el patio llenos de pasto y convirtiendose en refugio para las ratas y continúan sin tomar la desición de eliminarlos ó ponerlos en orden.
¿Que es lo que debemos hacer? Si hemos desmontado un equipo que ya no sirve, pero aún tiene partes que pueden ser utilizadas, lo ideal es que lo desarmemos y guardemos las piezas debidamente ordenadas sin que parezca que simplemente estan tiradas en cualquier lugar. Mi opinión es que estas piezas deberían ser etiquetadas y establecer un tiempo de retención, si al cabo de ese tiempo aún no han sido utilizadas es mejor decidir que hacer con ellas, si regalarlas, venderlas o pasarlas a alguna planta asociada que lo necesite.
AIB nos trae una idea interesante para identificar equipos fuera de servicio dentro de la planta.
Durante una reciente inspección, el inspector de AIB notó que existía algunas piezas de equipo que ya no eran utilizadas pero que no habían sido removidas del área de proceso, por lo que la gente de planta les puso una etiqueta que decía: “Fuera de servicio desde el 1ro de Mayo” y en esa etiqueta se incluyeron las fechas en las que ese equipo fue inspeccionado. Este fue su método para asegurarse que equipo que ya no se encuentra en operación es revisado y de esa manera prevenir cualquier potencial contaminación o proliferación de plagas. También les es muy fácil volver a poner estos equipos en funcionamiento si los requerimientos de producción así lo demanden.