Hace unos meses se puso en los temas de discusión la calidad de los alimentos, por el problema que se presentó con la leche del desayuno escolar.
Me encontré con la periodista que me preguntó si podría responderle una pregunta porque tendría un programa hablando de la calidad de los alimentos, luego de mi intervención, pensé que era oportuno escribir mi punto de vista, porque sentí hay una confusión con respecto a los temas de calidad, sanidad e inocuidad.
Si preguntamos que es calidad, la respuesta obligatoria de todos es: “satisfacer al cliente”, por eso mi opinión es que la calidad es negociable. Y como está el tema de la leche en la discusión lo tomaré como ejemplo: puedo decidir vender un cartón de leche con 3% de grasa por 45 pesos, pero si un cliente quiere un producto mas barato, podría decirme: “yo quiero un producto que cueste 35 pesos y en lugar de tener 3% de grasa quiero que tenga 1.5% de grasa”, de hecho hay leches que tienen 1% de grasa o menos y se venden como leches descremadas o semidescremadas.
La leche no tiene que tener 3% de grasa, la leche tiene que tener la cantidad de grasa que dice la etiqueta que debe tener. Si la etiqueta dice que tiene 3%, o la Secretaria de Educación negoció con sus proveedores leche con 3% de grasas y estos entregan 1.5% entonces el problema es de calidad porque se está violando un acuerdo contractual entre las partes. Si la leche está mezclada con suero de leche, el problema no es de calidad sino de adulteración. Entonces son conceptos distintos.
Si nos vamos al código de Regulaciones Federales de la FDA. Título 21. “Un Alimento adulterado, todo aquel que en forma intencional ha sido privado parcial o totalmente de elementos útiles o característicos del producto, o si éstos hubiesen sido sustituidos por otros inertes o extraños al alimento, o bien cuando contenga un exceso de agua o material de relleno según lo señalado por los reglamentos y normas especificas vigentes. Es también alimento adulterado, cuando se le hayan agregado sustancias para disimular las alteraciones de las características físicas nutricionales u organolépticas propias del alimento o haya sido adicionado de sustancias prohibidas por su toxicidad”. Y esto es penalizado por las leyes de los Estados unidos, y debería estar penalizado por el gobierno dominicano. Pero, resulta que pleno siglo 21 no tenemos aún en República Dominicana una ley de inocuidad de Alimentos o un reglamento de Buenas Prácticas de Manufactura, sin embargo hay quien opina que no necesitamos de estas leyes o reglamentos, porque teníamos una norma de etiquetado.
El asunto es que regular la etiqueta no tiene nada que ver con que los alimentos que se venden en el mercado sean sanos e inocuos. La etiqueta de un alimento puede estar perfecta, y el producto tener lo que declara la etiqueta y a pesar de esto, cuando lo consumimos nos enfermamos, porque el problema no era de calidad sino de Sanidad e inocuidad. Por eso soy firme la calidad se negocia, es un asunto legal, contractual entre el que compra y el que vende; la sanidad y la inocuidad, por su parte es responsabilidad de las empresas que producen alimentos y no es negociable
Por otro lado esta el tema del estado, a través de Salud Publica y DIGENOR es obligación del estado de garantizar alimentos sanos porque las empresas garanticen alimentos sanos e inocuos, pero si no hay una ley de inocuidad o un reglamento que cumplir, como puede el estado regular las empresas.
Finalmente creo que los dominicanos tenemos la costumbre de poner al menos las cosas que se hacen bien en nuestro país, y debo reconocer que hay muchas empresas que tienen sistemas de calidad adecuado, creo que se cumplen menos con los asuntos de inocuidad y sanidad que para mi es mas grave. Aunque en mi opinión un gran porcentaje de las industrias no cumplen con ninguno de los tres. Cumplir con ofrecer calidad es un tema de la empresa, garantizar alimentos sanos e inocuos es responsabilidad de las empresas. El estado por su parte debe ser responsable de evitar que lleguen alimentos adulterados al consumidor, que se cumplan las normas que existen y garanticen que las empresas cumplan con prácticas que aseguren alimentos sanos e inocuos.
Pienso que falta capacitación en las instancias estatales para conocer debidamente del tema y poder desarrollar adecuadamente su tarea de ser entes reguladores.
Hola
Quisiera compartir mi plena copincidencia con quien escribio el articulo. Soy Ingeniero en Alimentos, Chileno y hago hace muchos años clases y lei todo lo publicado aqui y estoy 100% de acuerdo con lo que escribio el columnista
felicitaciones, sin duda hay conceptos que son internacionales e intransables.